Luis J. Piriz
El Club de Regatas Flamengo de Brasil, se coronó campeón de la Copa Libertadores 2025, al vencer al Palmeiras (también de Brasil) por 1-0 con gol de Danilo a los 66′ de tiempo corrido, siendo esta obtención la segunda en tierras incas, habiéndola ya obtenido frente a River Plate argentino, por lo que lo del título es relevante: Flamengo logra su cuarta Copa Libertadores con sabor a Lima.
Un partido disputado en el mediocampo sin dejar espacios, que de hecho el único espacio del encuentro lo tuvo Danilo cuando marcó el gol de la victoria.
Por lo demás, justo ganador el Flamengo y una extraña sorpresa que ofreció el Palmeiras: pudo remontar un 3-0 ante Liga de Quito en su casa ganando 4-0, en una remontada histórica (nunca la hubo por ese tanteador) y cuando tiene que mostrar sus dotes ofensivas, cayó en el “embudo” del medio-campo del Flamengo y no pudo ni siquiera lograr el empate, pero obviamente, esto es futbol y el rival también juega; vayan nuestras felicitaciones al CRF de Brasil.
Hay un hecho sumamente destacable de este encuentro entre equipos brasileños: en filas del campeón hay 4 uruguayos alternando: Guillermo Varela, Giorgian de Arrascaeta, Nicolás de la Cruz y Matías Viñas, mientras que en el Verdão integran su plantel Joaquín Piquerez, Facundo Torres y Emiliano Martínez, lo que no es poca cosa, sumado a que en los últimos 8 campeones del certamen, (es decir, desde hace 8 años) ha habido al menos un uruguayo campeón, y si a eso le sumamos que en este certamen 2025, Giorgian de Arrascaeta fue elegido como mejor jugador del torneo, bien podríamos decir que Uruguay está bien representado.
Pero hablando del entorno al encuentro, hay que congratular a la Conmebol por jugar la final única en una sede de un país miembro, en este caso y de nuevo, en Lima, Perú, ya que la anterior disputada en ese país fue un éxito, y la de ayer tuvo el mismo resultado, siendo una ciudad centenaria e histórica, con un arte culinario excelente, distintos sitios turísticos para visitar, y un estadio Nacional de Lima que ha demostrado que puede hacerse cargo del evento.
Vaya también nuestro saludo y respeto a las autoridades peruanas por haber abierto las puertas de esa bella ciudad a los amantes del futbol.
Y que la próxima final nos deje con dudas para saber “que sabor tendrá”, por lo pronto, una final que tuvo resultados positivos, moviendo el mercado turístico y laboral, y promoviendo esa actitud siempre amigable de nuestros amigos peruanos, gracias al deporte rey… el fútbol.
Hasta la próxima entrega.


Luis J. Piriz











