Victoria Hidalgo
Vivimos en un mundo donde existen diferencias de color, de piel, lenguas, acentos, tradiciones, formas de pensar y hasta maneras de relacionarnos con lo Divino. Durante siglos, esas diferencias han sido motivo de separación, conflicto y juicio. Sin embargo, cuando miramos más profundo, descubrimos que precisamente esas diferencias son el puente que nos invita a trascender el ego y despertar a una conciencia mayor.
El ego busca la comparación y la separación: “yo soy distinto, yo soy mejor, lo mío es la verdad.”
Pero el planeta se nutre de la diversidad, cada cultura, raza y tradición es una expresión única del mismo Espíritu que habita en todos. En vez de competir, cada diferencia nos enseña otra manera de ver el mundo.
Reconocer las diferencias no significa señalarlas como barreras, sino honrarlas como caminos. Una danza africana, un mantra tibetano, una ceremonia indígena o una plegaria cristiana son distintas formas de elevar la vibración humana hacia un mismo fin: recordar que SOMOS UNO.
Cuando nos abrimos a escuchar al otro con respeto y sin juicio, algo mágico sucede: dejamos atrás el pequeño yo, ese que teme perder control o identidad, y damos paso al “nosotros”, a esa conciencia mayor que sabe que la humanidad es un solo corazón latiendo en muchos cuerpos.
Al honrar las diferencias, descubrimos que la unidad no es uniformidad; es un tejido hecho de hilos de todos los colores. Cada hilo es necesario, y juntos forman la belleza del mundo.
Reconocer y honrar nuestras diferencias es el primer paso para sanar las heridas de la humanidad. Cuando dejamos atrás el ego y nos abrimos al Amor, entendemos que lo que verdaderamente nos une no son las similitudes, sino la capacidad de amar a través de ellas.
El Amor es el lenguaje universal que trasciende razas, culturas y fronteras. Es la energía que sostiene la vida, la chispa Divina que habita en cada Ser humano. Y es también la esencia del Reiki KRYSTAL CRÍSTICO: ese Amor Universal que ya está dentro de todos nosotros. Es una herramienta sagrada para transformar la vida propia y la de los demás, un camino para cultivar la unión que tanto necesita nuestro planeta.
Hoy más que nunca, el mundo requiere corazones dispuestos a sanar, a abrazar la diversidad y a expandir la luz del Amor. Convertirse en Terapeuta-Sanador de Reiki KRYSTAL CRÍSTICO no es solo una preparación, es un llamado a vivir en consciencia, a compartir paz y a convertirse en instrumento de unidad.
🌍 Te invito a prepararte como terapeuta sanador de Reiki KRYSTAL CRÍSTICO y a descubrir que en tus manos y en tu corazón ya habita la energía del Amor Universal capaz de transformar vidas.
Maestra Zoly Emmiel
Coach ANGELICAL de Vida
Conductora del Centro holístico CHIEC-ECO Mujer Integral
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