El Banco Interamericano de Desarrollo apunta a la necesidad de una gestión inteligente del tráfico.
Un reciente estudio del Banco Interamericano de Desarrollo concluye que las ciudades latinoamericanas se encuentran entre las más congestionadas del mundo, lo que cuesta a ciudades como Sao Paulo más de 2.000 millones de dólares al año. Sin embargo, el estudio menciona la gestión inteligente del tráfico como una posible solución. Empresas de gestión de la movilidad como Kapsch TrafficCom ya aplican nuevas tecnologías en varios países para generar soluciones de última generación.
En el pasado, el principal enfoque para reducir la congestión era construir nuevas vías. Pero la publicación del BID muestra que esto puede tener un efecto inverso y, en cambio, aumentar el número de vehículos en las vías. Está claro que la lucha contra la congestión vial requiere un enfoque más efectivo. Por ello, la publicación recomienda utilizarse herramientas como la movilidad conectada y la gestión del tráfico en tiempo real para mejorar el tráfico en las ciudades.
Gestión del Tráfico en tiempo real en Buenos Aires
Un proyecto exitoso de gestión inteligente del tráfico en Latinoamérica es la plataforma EcoTrafIx de Kapsch TrafficCom utilizada en la ciudad de Buenos Aires, Argentina. Al implementar ese innovador sistema de gestión de la movilidad, se integraron las distintas tecnologías de control del tráfico de la ciudad bajo un único sistema paraguas, lo que cambió el control del tráfico de una gestión reactiva a una gestión proactiva y colaborativa. Ahora, Buenos Aires cuenta con un moderno centro de control integrado de última generación que hace que la gestión del tráfico y la comunicación entre las distintas agencias de tráfico de la ciudad sea más fácil y eficiente.
La gestión del tráfico más inteligente del mundo, en Melbourne
Un ejemplo muy innovador de movilidad conectada es el proyecto AIMES de Melbourne (Australia). Mediante el uso de conexiones Bluetooth con peatones, ciclistas y conductores, sensores colocados en autobuses, tranvías y trenes, así como sensores ambientales que registran la contaminación y el ruido, el “centro de movilidad” desarrollado por Kapsch conecta, informa y orienta a los actores en el tráfico. El sistema, que cubre un área urbana de 6 km², más de 100 km de autopistas y más de 70 intersecciones, se ha denominado la “gestión de tráfico más inteligente del mundo” y garantiza un flujo de tráfico más fluido, reduce la congestión y mejora la seguridad al mismo tiempo.
Soluciones que benefician a todos los actores
“Con la tecnología actual, podemos direccionar el tráfico en las vías de manera que se eviten congestiones y se mejore la experiencia del tráfico para todos los actores, desde los conductores hasta los ciclistas y los peatones”, dice Emilio Rivas, Vicepresidente Ejecutivo para Latinoamérica de Kapsch TrafficCom, empresa que es referencia mundial en soluciones para la movilidad sostenible. “La clave es proporcionar a las autoridades información en vivo, o incluso predictiva, así como las herramientas adecuadas para guiar el tráfico”.
Eso se puede lograr a través de herramientas como el Módulo de Análisis Predictivo (PAM) de Kapsch, que combina los datos de tráfico en tiempo real con los datos históricos para predecir las condiciones cambiantes del tráfico – tanto en los próximos 30 minutos, como también por un período de hasta 10 días en el futuro. Basándose en distintas fuentes de datos relevantes, como datos del GNSS, de sensores de vía, datos meteorológicos, la información sobre eventos previstos en la localidad, entre otros, las analíticas predictivas posibilitan tomarse medidas preventivas y mejorar la experiencia del tráfico para todas las partes interesadas.
Nuestro principal objetivo es que los usuarios de las vías lleguen más rápido a su destino”, continúa Rivas. “Queremos permitir a los usuarios acelerar sus viajes y como consecuencia reducir las emisiones asociadas a la congestión”.
La tendencia es que todos esos conceptos innovadores como la movilidad conectada, la gestión integrada de la movilidad y la gestión de la demanda sean más y más aplicados a la gestión del tráfico hacia el futuro. Así los usuarios de las vías podrán ahorrar tiempo en cada viaje, reducir el estrés causado por los retrasos y las condiciones difíciles del tráfico, ahorrar combustible, reducir el desgaste de sus vehículos y neumáticos, y disminuir los costes de mantenimiento relacionados.