Luis J. Píriz

La final de un torneo, cualquiera sea, trae consigo un fervor inusitado para los espectadores que desean ver a su equipo consagrarse campeón.

Sin embargo, en el caso de Argentina-Colombia, que jugaron la final Conmebol USA 2024, trajo aparejados hechos de violencia antes de comenzar el juego y después de finalizado el mismo, motivo por el cual se retrasó su inicio por cerca de una hora y veinte minutos, lo que produjo que muchas personas
resultaran lesionadas, otras detenidas e, incluso, se pudo vislumbrar a un periodista argentino ser arrojado al piso por la fuerza del orden y en otro caso, a un periodista uruguayo se le retiró la Credencial de Cronista, (según el propio periodista) por estar documentando los hechos graves que estaban ocurriendo y fue expulsado del estadio.

Como todo esto está muy fresco, me voy a dedicar a comentar sobre el justo campeón y su rival de carácter deportivo, y más adelante, con suficientes pruebas que indiquen la decisión que Conmebol vaya a tomar en este y el caso anterior entre (¡Oh casualidad!) Colombia-Uruguay, haremos una columna basada en los hechos.

La primera etapa tuvo a Colombia como protagonista, a pesar que Argentina tuvo algunos minutos del inicio intentando generar daño a los cafeteros, pero luego de ese impulso, Colombia maniató a Argentina e hizo que sus hombres clave no generaran peligro para el arco Camilo Vargas, al grado de que las chances de gol más claras las tuvo Colombia.

Con un primer tiempo favorable a los colombianos, la segunda etapa fue todo lo contrario, con los albicelestes posicionándose en campo rival y no permitiendo que James Rodríguez y su medio campo llevaran peligro al arco de Emiliano Martínez, haciendo que Colombia se preocupara más en mantener el cero que de anotarle a Argentina.

El partido, en sus minutos finales, tuvo peligro para ambos arcos, pero la falta de precisión y alguna intervención de los goalkeepers, hizo que el encuentro terminara en empate sin goles, y con eso, irse al alargue, no sin antes, sobre el minuto 88, se le anulara un gol a Argentina, devolviéndole el aire a los corazones cafeteros.

Pero de tanto hilvanar jugadas sin ser eficaces, llegó el gol del triunfo argentino, ya en las postrimerías del tiempo de alargue, a falta de 8 minutos para irse a los penales, una pelota recuperada por Paredes, hizo que un pase al vacío entre líneas, dejara solo a Lautaro Martínez quien definió de forma excelente ante la salida de Camilo Vargas, haciendo explotar a 45 millones de argentinos de todo el mundo; y, aunque Colombia no bajó los brazos, salvo pelotas aéreas y algún disparo rasante, no generó peligro para Emiliano “Dibu” Martínez, a no ser por un par de penales reclamados por Colombia, que fueron desestimados por el VAR.

Un hecho no menor es que Messi, el astro argentino, abandonó el campo de juego promediando la segunda etapa por lesión que lo marginó por el resto de la lid y, aunque, es justo campeón junto con sus compañeros, Argentina convierte el gol de la victoria sin su presencia, lo que habla a las claras que,
Argentina puede ganar con Messi… o sin él.

En suma, felicitaciones a todos los argentinos por la obtención de su 16ª copa, que sigan festejando por el triunfo… y que Colombia… siga “bailando”