Roberto Grao Gracia Profesor mercantil jubilado
Se denominan chiringuitos a un pequeño establecimiento de construcción más o menos provisional, cuyo fin es hacer negocio generalmente dedicado al sector servicios y particularmente a la venta de alimentos y bebidas, situados en las playas o zonas turísticas.
Por extensión, se ha venido a denominar también chiringuitos a unas Asociaciones, Fundaciones, Institutos, ONG, Sociedades, etc., generalmente sin ánimo de lucro que sirven de cobertura ideológica, clientelismo vehicular y caladero de votos para los Partidos que los fundan en beneficio propio, no precisamente del lugar o sociedad a la que se dirigen.
Digo cobertura ideológica porque necesariamente defienden la misma o parecida ideología de los Partidos que los fundan; clientelismo vehicular, porque efectivamente, las personas que los administran y gobiernan son siempre afines al Partido constituyente, y caladero de votos porque desde luego a ningún integrante de ellos se le ocurre ni de lejos votar a un Partido que no sea el formado por el fundador, esté gobernando la nación en un momento determinado o no.
Además, y por descontado, todos los integrantes de estos chiringuitos son personas que ven resuelta por medio del chiringuito su vida profesional, con los generosos emolumentos que disfrutan, sin más requisito que su fidelidad ideológica con el Partido que los ha constituido.
Lo de menos es la finalidad que persigan o que digan perseguir en su constitución, sino que su finalidad real es promover y defender los principios, ideas, y desarrollo social del Partido que los ha fundado sin ninguna sensación de parcialidad o partidismo. Por eso suelen ser tan despreciados por los Partidos alternativos en el Poder, con respecto a los fundados por el Partido contrario.