Francia eliminó a Argentina del mundial de Rusia 2018 al vencerla 4-3, con goles de Griezmann de penal a los 11′, Pavard a los 57′, M’bappe a los 64′ y 68′, mientras que por Argentina convirtieron Di María a los 41′, Mercado a los 48′ y Agüero a los 92′.
Un triunfo inobjetable de los galos, que, con menos tenencia del balón, y con un M’bappe descollante, aprovecho todos los espacios que los albicelestes no cubrían.
Pero mire que Argentina marcó bien a los ágiles franceses, pero juegan tan rápido que los argentinos quedaban como postes, mirando pasar el balón, impotentes ante la velocidad de los franco-africanos, que en su selección figuras como M’bappe, Matuidi, Pogba, Kante, Umtiti, en cancha, con Dembele en el banco. Les aseguro que jamás vi jugar una selección francesa tan veloz como esta.
Pero quien está en el debe, es Argentina: Messi nunca estuvo en el partido. Angel Di María fue la figura argentina, que gracias a él, no sólo empató el partido en el primer tiempo sino que fue el que más quiso, encarando, picando a todas, centrando al área y buscando asociarse con alguien, pero nunca apareció ese socio, y salvo el centro del gol de Agüero, lo de Messi fue la confirmación de un mal mundial y un tirón de orejas, más bien un “porqué no te callas” al presidente de la FIFA, Infantino, que previo al mundial había dicho que este era el “mundial de Messi”
Otro “candidato” afuera, y que estén fuera los 2 últimos finalistas del mundial Brasil 2014, habla a las claras de que “candidatos” eran las 32 selecciones.
Argentina quiso, pero no pudo.