Argentina volverá a exportar carne bovina fresca a los Estados Unidos después de 17 años, como resultado de las acciones realizadas por el Gobierno que garantizan los niveles sanitarios exigidos por el país norteamericano.
La Agencia de Inspección de la Sanidad Animal y Vegetal del Departamento de Agricultura de los EE.UU. (APHIS/USDA) le comunicó a la Secretaria de Agroindustria de la Nación la restitución del sistema de equivalencias entre ambos organismos.
El restablecimiento comercial implica que las medidas utilizadas por Argentina para la inocuidad de las carnes bovinas tienen el nivel apropiado de protección sanitaria demandado por el FSIS/USDA.
Argentina contará con una cuota de 20.000 toneladas anuales que representaría ingresos entre 150 millones y 180 millones de dólares.
Las exportaciones que superen ese volumen deberán abonar otro arancel de entrada de 26,4 por ciento.
El 80 por ciento del producto sería carne magra que demanda la industria estadounidense para la elaboración de hamburguesas y que no es producida en cantidades suficientes en ese país.
El 20 por ciento restante podrá ser cortes de alta calidad, producto “Premium” con características especiales. Estados Unidos autoriza la importación de todos los cortes de la carcasa, deshuesados, con excepción de la cabeza, pezuñas y menudencias.
La reapertura de ese mercado es producto del trabajo conjunto entre la Secretaría de Agroindustria de la Nación, el Ministerio de Producción y Trabajo, y la Cancillería a través de la Embajada argentina en los Estados Unidos, y el Senasa, entre otros organismos.
La APHIS/USDA autorizó en 2015 la importación de carnes bovinas frescas de Argentina, prohibidas entonces desde hace 14 años por EE.UU., debido a la presencia de fiebre aftosa, una enfermedad de la cual Argentina ha sido reconocida internacionalmente libre desde 2007.
Sin embargo, para concretar las exportaciones restaba la determinación de equivalencia del USDA.
EE.UU. es el principal importador de alimentos del mundo, con compras de productos agroindustriales por más de 160.000 millones de dólares en 2017 y, en ese marco, el primer comprador de carne bovina, lo que representa una importante oportunidad para las exportaciones argentinas.
Sus principales proveedores son Canadá, Australia, Nueva Zelanda y México, que distribuyen sus ventas entre productos enfriados y congelados.