Estimados amigos

Quisiéramos compartir con vosotros esta historia que parece ficción. Érase una vez, en un mundo no muy lejano, donde existían países donde exhibir una película era peligroso y, a menudo, mortal. En Corea del Norte, dos jóvenes fueron ejecutados por distribuir series surcoreanas como El juego del calamar. En Arabia Saudita, las salas de cine fueron prohibidas durante décadas y se abrieron recientemente. Y en Irán, a pesar de la autorización oficial, los exhibidores enfrentan importantes desafíos.

Pero también hay un tipo de censura más sutil, que se da en los países supuestamente, donde la libertad de expresión y de prensa son pilares fundamentales. Nos referimos al shadowbanning, se trata de la práctica de ocultar determinados contenidos en las redes sociales y motores de búsqueda sin que quien publica lo descubra.

En España, la crisis económica de 2008 y la pandemia de la COVID-19 dejaron las calles en silencio y las plantillas de los medios se vieron severamente reducidas. Muchos periodistas luchan día a día para hacer llegar la verdad a la sociedad, pero su trabajo se ve obstaculizado por el shadowbanning. Esto no solo afecta a los medios de comunicación, sino también a eventos culturales como podría ser el Festival de Cine el ojO cojo.

Hacemos un llamado a todos los medios de comunicación para evitar, denunciar el shadowbanning y a aquellos que lo practican. No debemos permitir que se censure la libertad de expresión en ninguna de sus formas.