Marcos A. Torres-Andrada, presidente
Asociación de Amigos del Constructivismo

El 3 de mayo, muchas de las poblaciones de Perú, Ecuador, Argentina, Chile y Colombia, así como las autoridades gubernamentales del Estado Plurinacional de Bolivia, observan en esta fecha el Día de la Chakana, en la que se inicia un ciclo astronómico y agrícola, marcado por la posición que toma la Cruz del Sur en el zenit del cielo nocturno de nuestro hemisferio.

El proceso de consolidación del reconocimiento de la importancia de las tradiciones, idiomas, símbolos y otros elementos culturales de los Pueblos Originarios continúa afirmándose desde principios del Siglo XX, como lo atestiguan numerosos logros en los variados campos del pensamiento, la religión, la ciencia, las tecnologías y las artes, como ser la antropología, la medicina, la etnobotánica y sus múltiples aplicaciones, la lingüística, así como en la música, la literatura, la coreografía, las artes visuales, la arquitectura, la escultura y la gastronomía, para empezar a contar.

En las profecías de varias naciones-mayas, hopis, lakotas, quechuas y aymaras, entre otros, está señalado que la relevancia de estos y otros pueblos será inevitable debido al Movimiento Cósmico, ya que son los únicos que supieron habitar este continente durante milenios en sinergia armónica con el mismo, a su presencia demográfica, y a sus logros espirituales, científicos, estéticos y sociales.

El 29 de abril del 2015,el gobierno Boliviano estableció por el Decreto Supremo 2343 que en el 3 de mayo también sea celebrado el Dia del Amauta Boliviano, y la Norma establece que el Ministerio de Culturas y Turismo, en el marco de sus competencias, realice actos de homenaje a las mujeres y hombres que son guardianes de los conocimientos, saberes, valores y cosmovisiones de los pueblos y naciones indígenas, campesinos, comunidades interculturales y afrobolivianas del Estado Plurinacional de Bolivia. Este decreto, así como las actividades e iniciativas que lo acompañan, son de gran importancia para recuperar, conservar, cultivar, aprovechar y promover las culturas y saberes milenarios ancestrales de las poblaciones originales de la región.
En una traducción muy rudimentaria, el término quechua “amauta” denota un sabio o filósofo que enseña sus conocimientos de religión, ética, historia, gobernanza y muchos otros temas, en tanto que el término aymara “yatiri” indica un sabio ceremonialista, adivino y sanador.

El término quechua “chakana”-asociada a la Cruz del Sur- se traduce como puente, con las implicaciones de conectar las realidades opuestas y complementarias, tales como el cielo y la tierra, pero por ampliación, también la armonización de las varias etnias y culturas, siendo, por tanto, un símbolo de armonía de la Humanidad con el Universo, como de los seres humanos consigo mismos, entre sí, con su entorno y con sus haceres.

La figura antedicha está conectada a la wiphala (del aymara, emblema) pues juntando las de las cuatro regiones del Tahuantinsuyo, se constituye una chakana, siendo que la wiphala es uno de los estandartes de Bolivia, tal como está señalado en el artículo 28 de la Constitución aprobada por plebiscito en el 2009,el cual consigna que ésta es un “símbolo sagrado que identifica el sistema comunitario basado en la equidad, igualdad, armonía, solidaridad y reciprocidad”, así como otros varios, que son los temas que ahora no detallaremos.

Este emblema representa a los Pueblos Originarios, y también se lo reconoce oficialmente en algunas jurisdicciones de Argentina, Perú y Chile.

La versión contemporánea fue diseñada por Germán Choque Condori en 1979, quien también diseñó las wiphalas correspondientes a los cuatro suyos (en quechua, suyo significa-territorio), y promovió la celebración del Inti Raymi, en tanto que año nuevo andino, amazónico y chaqueño, marcado por el solsticio de invierno, efeméride que, en Bolivia, el 12 de abril del 2005, mediante la Ley Nº 3018, se declara patrimonio intangible, histórico y cultural de la Nación.

El Decreto Supremo número 241 del 5 de agosto del 2009 indica que el emblema ya mencionado debe ser izado a la izquierda de la Bandera Nacional.

La wiphala fue internacionalmente difundida por los videos que registraron las multitudinarias manifestaciones en protesta contra el golpe de estado del 2019.

La chakana recibió la atención de los europeos a partir de las crónicas de los españoles, y este interés se acentuó en consecuencia de las publicaciones de Arthur Posnansky y, décadas después, de las obras de Carlos Milla Villena, en las que se ofrecen detenidos estudios de la misma, siendo la obra de ambos autores, así como todo el tema, objeto de controversias académicas y políticas.

En este punto, es importante aclarar que, debido a mi gran ignorancia respecto a las culturas andinas, me resulta imposible fundamentar una opinión válida al respecto, pero como en otros temas considero que la hermenéutica válida es la que posibilite el mejor desarrollo armonioso individual y colectivo con un menor costo espiritual, humano y circunstancial.

En el Constructivismo torresgarciano los estudios morfológicos y estéticos correlativos son una de las disciplinas fundamentales, y siguiendo esta línea señalamos que la chakana está muy presente en América del Norte como lo evidencian la pirámide de Kukulkán, los textiles de la región, y sus cómputos cronosóficos.

La chakana es importante también en el budismo, como podemos verlo en la stupa de Boudhanath, en Nepal, y en el santuario Borobudur, en Indonesia, así como en los cánones de la geometría Sagrada empleada para la construcción de templos hindúes. Esta figura geométrica se asocia en los Andes con la Cruz del Sur, la cual tiene gran importancia en la cronosofía, lo cual para mi es de gran interés ya que hay importantes conceptos, pronunciamientos y procedimientos que el Maestro Joaquín Torres-García vinculó a esta constelación.

La Doctrina Constructivista expuesta por el Maestro Joaquín Torres-García en Montevideo a partir de 1934, es una presentación de la Tradición Hermética adaptada a lo considerado más útil para las poblaciones del Sacro Continente y, por ende es muy distinta en su proyecto paradigmático de otras corrientes herméticas trasplantadas aquí a lo largo de la historia, pues estas mantienen su formulación foránea a la realidad continental en lo geográfico, astronómico, ecológico y humano, en tanto que la visión torresgarciana aspira a CONSTRUIR puentes entre las varias poblaciones que habitan aquí y arraigar en estas tierras cultivando el respeto por el “alma de América”, en su realidad humana y no humana.

El estudio hermenéutico constructivista aplicable a la chakana nos abre un espacio que contiene múltiples conjuntos, entre los cuales el estudio matemático, cronosófico, imaginal y metodológico son fundamentales, al punto de constituir una parte sustancial del programa de estudios de la Asociación de Amigos del Constructivismo, por lo cual el Trabajo sobre esta figura es esencial.

En el presente la Chakana representa también a la Cruz del Sur, la cual es la constelación polar para nuestro hemisferio, por lo que señala su importancia vital para fundamentar una cultura acorde con nuestra realidad, ya que es el corazón del cielo sobre nuestras cabezas, y por ende simboliza el centro en medio de las condiciones, en torno al cual podemos organizar nuestra existencia, como lo propone el Maestro con su mapa de América del Sur corregido, tema que expondré con mayor detenimiento en el próximo artículo, en el que trataré sobre los solsticios.