MZ EMMIEL – Coach Holística y Conductora del CHIEC-ECO Mujer Integral 
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En el Día de la Madre, celebramos la creación, el amor incondicional y la energía que da vida. Pero más allá de la maternidad biológica, este es también un momento poderoso para recordar que todas las mujeres —madres, hijas, hermanas, cuidadoras— llevamos un vientre sagrado que es mucho más que un órgano físico: es un centro de poder, memoria, intuición y sabiduría ancestral.

Hoy más que nunca, la Nueva Tierra pide mujeres despiertas y conscientes, conectar con nuestro vientre sagrado es un acto de amor y soberanía.

El vientre está profundamente conectado con otros tres centros energéticos en nuestro cuerpo:

Chakra raíz: Nos conecta con la Madre Tierra, la seguridad y la pertenencia. Al sanar este centro, reclamamos nuestro derecho a existir plenamente, sin miedo ni culpa.
Chakra sacro: Es el espacio del placer, la creatividad y la fertilidad. Al armonizarlo, desbloqueamos nuestra capacidad de crear no solo hijos, sino proyectos, arte, vínculos auténticos.
Chakra plexo solar: Nuestro centro de poder personal y autoestima. Sanarlo es empoderarnos para liderar nuestra vida desde la conciencia, no desde el trauma.

Al reconectar con estos tres centros, no solo limpiamos memorias de dolor, abuso o represión ancestral. También recordamos quiénes somos: mujeres completas, soberanas, capaces de gestar vida en todos los niveles. Desde ahí, podemos maternar de una forma más presente, consciente, libre de miedo y culpa.

Conectar con tu vientre sagrado en el día a día es una forma hermosa y poderosa de volver a tu centro, cultivar tu feminidad y sanar desde adentro. Aquí te dejo prácticas sencillas, que puedes incorporar en tu vida:

1. Lleva la respiración profunda directamente a tu bajo vientre. Inhala y siente cómo se expande esa zona, exhala y relájala. Esta práctica te ancla y calma.
2. Tómate unos minutos cada día para llevar tus manos con suavidad sobre tu bajo vientre. Respira profundo, siente el calor de tus manos, y repite en silencio: “Yo te agradezco, te honro, te escucho.”
Este gesto te ayuda a volver al presente y reconectar con tu energía femenina.
3. Usa aceites naturales (como lavanda, rosa mosqueta o aceite de almendras) para hacerte un suave masaje circular en el sentido de las agujas del reloj. Puedes hacerlo después del baño, mientras te hablas con amor y gratitud.
4. Baila libremente, haz círculos con tus caderas, muévete desde tu centro sin seguir pasos. Este tipo de movimiento desbloquea energía estancada y te conecta con tu sensualidad y creatividad.
5. Bebe tés como manzanilla, canela, jengibre, hojas de frambuesa, salvia, hinojo. Mientras los tomas, visualiza cómo estas plantas nutren tu centro femenino con amor y dulzura.

Ser madre en esta nueva era no es solo cuidar a otros: es primero aprender a cuidarte a ti mismas. Es reconocer las heridas, abrazar las emociones, y luego, criar desde la verdad, la compasión y el respeto. Una madre que ha sanado su vientre, ha sanado también las raíces de su linaje y les entrega a sus hijos un legado limpio, liviano, lleno de luz.

Durante el mes de mayo, mes dedicado a la madre, estaré guiando una serie de talleres dedicados a Sanar el vientre. Serán espacios íntimos, amorosos y profundamente transformadores. Sanaremos memorias, honraremos a nuestra línea ancestral, liberaremos creencias limitantes y activaremos la fuerza femenina que habita en cada una de nosotras.

💫 Si sientes el llamado de volver a ti, de reconectar con tu poder como mujer y como madre, te invito a que los realices, serán dictados por Zoom, únete a nosotras desde cualquier parte del planeta, escríbeme directamente y te daré más información.