Cristian Farinola
“Libertad para soñar”, reza la frase en la camiseta del Inter Miami. Y el equipo más joven de la MLS, fundado en el año 2018 y con el estadio -por ahora- más pequeño de la liga como el DRV PNK abreviatura por Drive Pink, “Maneja Rosa”, lema para visibilizar y concientizar en la lucha contra el Cáncer, sueña a lo grande. El dueño de las Garzas de Miami, el Multibillonario Jorge Más junto a su socio David Beckham, convencieron y cerraron un jugoso contrato para quedarse con los servicios del genial rosarino Lionel Messi, el mejor jugador de la historia del fútbol mundial.
El argentino más codiciado, el jugador récord, el único que ganó 7 veces el balón de oro y convirtió 672 goles en el Barcelona, arribó con fuerza a la MLS, liga que desde que llegó Pelé para jugar en el Cosmos de NYC en los años 70 fue creciendo poco a poco, tuvo paciencia, se preparó, maduró. Hoy el tiempo y dinero invertido en el desarrollo de este deporte en los Estados Unidos está dando sus frutos.
A la Mayor League Soccer ya no llegan jugadores casi al borde del retiro. En la actualidad arriban figuras y talentos jóvenes para hacer este deporte más enriquecedor y potenciar la calidad del juego. A nivel selección ya se ganó el respeto del fútbol mundial. Y aunque muchos descalifiquen a la MLS, hoy la liga americana se encuentra entre las 10 mejores ligas del mundo. El jugador americano es pretendido y se desempeña en la ligas mayores del fútbol en Europa. Tienen 77 futbolistas jugando en diferentes ligas del mundo. Sin dudas que el futbol en EE.UU. creció y cada vez es más competitiva. Y no es de extrañar que en el próximo mundial lleguen a estar entre los cuatro primeros, incluso en la final. Y porque no soñar con una primera estrella. De soñar los americanos saben. En la actualidad la selección nacional compite de igual a igual en el plano internacional. En Estado Unidos ya se organizaron dos mundiales de fútbol y será el organizador principal de la próxima Copa Mundial 2026 junto a Canadá y México. Es sede de la próxima Copa América 2024.
Llegó Messi. Nada es casual, improvisado y sin visión para los empresarios americanos. Son dueños absolutos y reyes del Marketing y los espectáculos a lo grande. Lo dominan con excelencia. Todo tiene que ser a lo Disney, exuberante y maravilloso, extra large como las bebidas que se consumen en los McDonald’s y espectacular como una película de Hollywood. Cuanto más grande, mejor. Messi es el deportista perfecto para el mercado y el fútbol americano. Llegó en el momento ideal. En la antesala de la Copa América y la Copa del Mundo. Los empresarios vieron la jugada y Messi también.
¿Será Messi, ese rosarino desequilíbrate, reservado y líder humilde, el equilibro y la consolidación de la MLS? ¿Será Messi el que consiga sacar de la última posición del torneo al Inter Miami? El futuro tiene la respuesta. Por lo pronto, es su debut oficial e histórico en la League Cup, consiguió un golazo de tiro libre sobre el final de partido para ganarle al Cruz Azul mexicano. En el primer encuentro Lionel Andrés Messi ya hizo la diferencia al igual que en el último mundial en Qatar cuando Argentina se consagró campeón ante Francia consiguiendo la tan esperada tercera estrella. Pero tienen que rodear a Messi de jugadores de categoría. Que estén a la altura. Los dueños y el técnico del Inter Miami lo saben. Mientras tanto Messi ya está ganando el campeonato económico en ventas de entradas, camisetas, derechos de televisación y sponsors. Messi deja huella y dinero donde quiera que se encuentre. La cadena de supermercado Publix recibió 3 millones de dólares en exposición de marca cuando se viralizó al astro argentino y su familia comprando en las góndolas del popular supermercado.
Con Messi como su máximo exponente la MLS está escribiendo un nuevo capítulo. Histórico. Inolvidable. Diferente. Porque está presente en la cancha el más grande de todos los tiempos, el deportista récord en goles y ventas. Pero sobre todas las cosas porque con Messi todo es posible y el Inter Miami y la MLS tienen libertad para soñar, jugar, competir y seguir haciendo negocios.