El Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) ha ayudado a retirar y reciclar material altamente radiactivo de Bolivia, Ecuador, Paraguay, Perú y Uruguay, informó la agencia de Naciones Unidas.
En concreto se retiraron 27 fuentes altamente radiactivas en desuso que se habían utilizado sobre todo con fines médicos, para el tratamiento contra el cáncer, o industriales, como instrumentos de esterilización.
Este ha sido el mayor proyecto de este tipo que ha realizado la agencia nuclear de la ONU, tanto por las cantidades de fuentes radiactivas retiradas como por el número de países implicados.
El material ha sido trasladado a EE.UU. y Alemania, donde será reciclado. La operación, cuyo costo no se precisa, ha sido financiada por Canadá, país de origen de algunas de las fuentes radiactivas retiradas.
El cobalto-60 y el cesio-137 suponen un riesgo cuando ya no se usan, indicó Raja Adnan, director del departamento de Seguridad Nuclear del OIEA.
Estas sustancias, sobre todo el cobalto-60, son muy tóxicas para los seres humanos, hasta el punto de que pueden causar la muerte tras una exposición prolongada.
“La eliminación de esta gran cantidad de fuentes radiactivas ha reducido de forma significativa riesgos en los cinco países”, agregó el experto.
El trabajo para retirar estas fuentes se extendió durante cinco meses, comenzó en Perú y Uruguay a fines del año pasado y siguió después en Bolivia, Ecuador y Paraguay durante febrero y marzo.
“Algunas de estas fuentes se almacenaron en hospitales durante más de 40 años”, explicó César José Cardozo Román, jefe de la Autoridad Reguladora Radiológica y Nuclear de Paraguay.
“Con esta operación se ha resuelto una situación problemática, que mejora la seguridad para la población y el medio ambiente, y reduce el riesgo de un uso malicioso y la posible exposición a material radiactivo”, resumió. EFE