las nuevas formas de usar los medicamentos antiguos encabezan la lista de investigaciones científicas sobre enfermedades cardiovasculares en 2022

Identificar los riesgos y tratamientos de forma temprana entre los niños y las madres, las continuas disparidades de la salud y la búsqueda de nuevas formas de usar los medicamentos que ya están en el mercado se encuentran entre algunos de los importantes avances de la investigación científica en la lucha contra las enfermedades cardíacas y los ataques cerebrales que surgió en 2022. La American Heart Association, el mayor contribuyente no gubernamental de fondos para investigación relacionada con el corazón y los ataques cerebrales en los Estados Unidos, ha estado compilando una lista anual de los principales avances en la ciencia de las enfermedades cardíacas y los accidentes cerebrovasculares desde 1996.

“La investigación científica es clave para reducir la carga mundial de enfermedades cardíacas y ataques cerebrales. Cuanto más aprendamos sobre las causas y los tratamientos de las enfermedades cardiovasculares, mejor podremos traducir estos hallazgos en prácticas significativas para que los profesionales de cuidados de salud apoyen a comunidades e individuos más saludables”, expresó Mariell Jessup, M.D., FAHA, Directora Científica y Médica de la American Heart Association. “El año pasado se produjeron algunos hallazgos científicos muy valiosos que creo que tendrán un verdadero impacto”.

Aquí se puede encontrar un informe completo de los aspectos más relevantes de la Asociación respecto de los principales logros de investigación relacionados con el sistema cardiovascular publicados en 2022. A continuación se incluye un breve resumen de los puntos más destacados de la investigación seleccionados por los expertos médicos voluntarios de la American Heart Association, una fuerza global cuyo objetivo es prolongar la vida y la salud de todos.

Las enfermedades cardíacas pueden ocurrir temprano en la vida.

Los investigadores ahora tienen evidencia científica de que los factores de riesgo de enfermedades cardíacas identificados incluso en la infancia están relacionados con problemas cardíacos más adelante en la vida. En un análisis de datos de casi 40.000 personas inscritas en siete estudios diferentes en las décadas de 1970 y 1980, los investigadores hallaron que los factores de riesgo identificados entre los participantes del estudio cuando tenían entre 3 y 19 años estaban asociados con eventos cardiovasculares (enfermedades cardiovasculares) más de 30 años después. El análisis de un puntaje de riesgo basada en la presencia de cinco factores de riesgo: índice de masa corporal alto, presión arterial sistólica alta, tabaquismo y niveles altos de colesterol total y triglicéridos durante la juventud, mostró un aumento en el riesgo de tener un evento cardiovascular a partir de los 40 años. Por cada aumento en el puntaje, el riesgo de tener un evento cardiovascular en la edad adulta casi se triplicó.

La presión arterial alta se puede tratar de manera segura durante el embarazo y mejorar así los resultados.

La presión arterial alta durante el embarazo puede provocar complicaciones para el bebé y la madre, y existe cierta preocupación de que los medicamentos utilizados para tratar esta afección también puedan resultar perjudiciales. Sin embargo, un nuevo estudio determinó que el tratamiento con medicamentos para la presión arterial alta, específicamente en mujeres que tienen hipertensión crónica leve (con lecturas inferiores a 160/100) y tienen menos de seis meses de embarazo, conduce a mejores resultados del embarazo sin afectar el crecimiento fetal.

La placenta del bebé puede mostrar indicios sobre el riesgo de enfermedades cardiovasculares de la madre

En un estudio de los registros médicos de casi 500 mujeres que tuvieron embarazos con resultados desfavorables en 2008 y 2009, los investigadores analizaron información sobre un subconjunto de mujeres cuyas placentas mostraban lesiones que indicaban daño en los vasos sanguíneos. Descubrieron que, casi 10 años después de dar a luz, estas mujeres tenían más probabilidades de tener mayores riesgos cardiovasculares, como presión arterial y niveles de colesterol más elevados, en comparación con las mujeres que no tenían el mismo daño en la placenta. Más de una de cada cuatro muertes relacionadas con el embarazo (26,5 %) en los EE. UU. se vinculan con una mala salud del corazón, y estos hallazgos pueden ofrecer pistas para ayudar a mejorar los resultados del embarazo en el futuro.

Los factores de riesgo clínicos, probablemente influenciados por las desventajas socioeconómicas, pueden impulsar las disparidades de la salud generales de las enfermedades cardiovasculares.

Desde hace tiempo se sabe que las personas de color se ven afectadas de manera desproporcionada por las enfermedades cardiovasculares. En un estudio que analizó más de 30 años de datos de aproximadamente 5,000 participantes afroamericanos y blancos en el estudio CARDIA (Desarrollo de Riesgo de las Arterias Coronarias en Adultos Jóvenes), los investigadores observaron el impacto de los factores socioeconómicos, clínicos, relacionados con el vecindario y de estilo de vida en las disparidades de enfermedades cardiovasculares. Descubrieron que los factores de riesgo clínicos, como la presión arterial alta y el peso corporal, pueden ser los principales impulsores de las disparidades raciales en la enfermedad cardíaca prematura. Si bien los factores sociales y económicos, así como el vecindario y las desventajas socioeconómicas, tienen un impacto menor en la condición general de las enfermedades cardiovasculares, pueden contribuir a las diferencias en los factores de riesgo clínicos entre los adultos afroamericanos y blancos.

Una píldora para tratar múltiples enfermedades cardiovasculares mejoró el cumplimiento con la toma de los medicamentos

Lograr que las personas que tienen una afección médica cumplan con su régimen de medicamentos puede ser complejo. En un nuevo estudio de casi 2.500 personas que habían tenido ataques cardíacos en los últimos seis meses, las personas a las que se les recetó una píldora que contenía tres medicamentos diferentes tuvieron una mejor adherencia al tratamiento y un 27 % menos de riesgo de eventos cardiovasculares, en comparación con las personas que recibieron atención estándar con múltiples medicamentos. La polipíldora combinada incluía aspirina (para prevenir los coágulos de sangre), un inhibidor de la enzima convertidora de angiotensina, o ECA, denominado ramipril (para reducir la presión arterial) y atorvastatina (para reducir el colesterol).

Los medicamentos para la diabetes pueden ayudar incluso a más personas con insuficiencia cardíaca y enfermedad renal

También se ha descubierto que los inhibidores del cotransportador de sodio-glucosa 2, o SGLT2, originalmente desarrollados como medicamentos para reducir la glucosa, ayudan a las personas con insuficiencia cardíaca grave y enfermedad renal crónica, más allá de que tengan diabetes o no. Una nueva investigación de tres análisis separados, un estudio en personas con insuficiencia cardíaca leve, un metaanálisis de cinco ensayos controlados aleatorios sobre insuficiencia cardíaca y un estudio en personas con enfermedad renal crónica, determinó que incluso las personas con insuficiencia cardíaca leve o enfermedad renal pueden beneficiarse de estos medicamentos. Eso significa que el medicamento puede reducir las hospitalizaciones y la muerte en una población de pacientes más amplia de lo que se pensó originalmente.

Dos medicamentos pueden ser mejores que uno para las personas con síndrome de Marfan.

El síndrome de Marfan es un trastorno hereditario del tejido conectivo que puede afectar el sistema cardiovascular, incluido el agrandamiento de la aorta, la arteria principal que transporta la sangre desde el corazón, lo que puede poner en peligro la vida. Dos tipos de medicamentos, los bloqueadores de los receptores de angiotensina, o BRA, y los betabloqueadores, se usan ampliamente para tratar la afección. Un nuevo análisis de investigación determinó que, si bien ambos medicamentos son efectivos por separado, combinarlos funciona mucho mejor para retardar el agrandamiento de la aorta y podría retrasar sustancialmente la necesidad de una cirugía aórtica.

Hay una nueva esperanza en el tratamiento del ataque cerebral, una de las principales causas de discapacidad

Despejar rápidamente las arterias obstruidas para restablecer el flujo sanguíneo después de un ataque cerebral puede marcar una gran diferencia en la reducción del impacto de la discapacidad. Varios estudios informan mejoras sustanciales en el tratamiento del ataque cerebral, incluido un nuevo medicamento anticoagulante y usos ampliados de los medicamentos convencionales y tratamientos no quirúrgicos para la eliminación de coágulos.

En una comparación directa de alteplasa y tenecteplasa, ambos medicamentos mostraron niveles de seguridad y efectividad similares para prevenir una discapacidad 90 días después de un ataque cerebral. Tenecteplasa es una versión genéticamente modificada del estándar de atención actual, alteplasa (tPA), y es más fácil de usar y más rápido de inyectar. Otro estudio determinó que el uso de alteplasa después de una trombectomía, un procedimiento quirúrgico utilizado para eliminar los coágulos de sangre en las arterias grandes del cerebro, podría reducir aún más la discapacidad neurológica después de un ataque cerebral. Del mismo modo, un tercer estudio encontró que la terapia endovascular, la eliminación no quirúrgica de coágulos que se ha usado comúnmente para ataques cerebrales pequeños y medianos, también puede ser eficaz para mejorar la función en personas después de ataques cerebrales de mayor magnitud, aunque existe un mayor riesgo de sangrado que debe considerarse.

Reducir el consumo de sodio puede mejorar la salud frente a las enfermedades cardiovasculares y reducir los costos de cuidados de salud.

Se sabe que demasiado sodio puede aumentar la presión arterial y las enfermedades cardiovasculares, y la mayoría de las personas consume mucho más sodio del recomendado. Mediante un gran estudio en China se determinó que reducir la ingesta de sodio mediante el uso de un sustituto de la sal de mesa bajo en sodio, que contiene un 25 % de cloruro de potasio, no solo permitió disminuir el riesgo de ataque cerebral, sino que también ahorró dinero a las personas al reducir los costos de cuidados de salud.

Los nuevos medicamentos para perder peso son tan efectivos para reducir la obesidad como la cirugía bariátrica.

Existe un nuevo medicamento en la lucha contra la obesidad. La tirzepatida es una inyección semanal desarrollada inicialmente para tratar a las personas con diabetes tipo 2. Al igual que medicamentos similares que se introdujeron aproximadamente en el último año, contiene un agonista del receptor del péptido similar al glucagón tipo 1 (GLP-1). Sin embargo, combina esa hormona estimulada por nutrientes con una segunda, el polipéptido insulinotrópico dependiente de glucosa o GIP. El medicamento ayuda a las personas a comer menos al hacer que el estómago se vacíe más lentamente, por lo que se sienten satisfechas por más tiempo.  Un nuevo estudio determinó que las personas pueden perder mucho más peso con este medicamento (15 % a 21 % del peso corporal) que con los medicamentos que ya están en el mercado, y esa pérdida de peso es comparable a la de aquellas personas que se someten a una cirugía bariátrica.