Una de cada tres escuelas en todo el mundo no cuenta con saneamiento básico, lo que pone en riesgo la salud de millones de niños, según un informe de WaterAid publicado el Día Mundial del Retrete.

Esto significa que 620 millones de niños en edad escolar en todo el mundo, casi el doble de la población de los Estados Unidos, no tienen acceso a un baño en la escuela. El informe de WaterAid, “Crisis in the Classroom,” destaca el problema del saneamiento en las escuelas y clasifica a los países donde las escuelas tienen menos probabilidades de tener inodoros decentes.

Esto es más que un inconveniente, es una crisis. Las enfermedades causadas por el agua sucia y el saneamiento deficiente matan a 289.000 niños menores de cinco años cada año.

La diarrea y las infecciones intestinales combinadas matan a más de 140.000 niños anualmente.

Sin importar en qué parte del mundo estén —Lima o Lagos—, los niños y niñas son titulares de los derechos humanos de saneamiento, buena salud y educación de calidad.

Con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas, los líderes mundiales prometieron que todas las personas gozarán de estos derechos en todo el mundo en 2030, apenas dentro de un decenio. Sin embargo, muchos países no van por el buen camino y, si se mantiene el ritmo actual de progreso, estas promesas no se cumplirán.

En la actualidad, una de cada tres escuelas de todo el mundo no dispone de retretes decentes. Y casi una de cada cinco escuelas primarias y una de cada ocho escuelas secundarias no dispone de ningún retrete.

Hoy en día, 620 millones de niños en edad escolar del mundo (casi el doble de la población de los Estados Unidos) no tienen retretes decentes en la escuela. Para estos jóvenes es normal tener que correr a casa en el descanso para hacer sus necesidades, esconderse detrás de arbustos en el recinto escolar, o perderse clases enteras porque están enfermos o tienen el período.

Esto es más que un mero inconveniente. Cada año, la diarrea y las infecciones intestinales juntas matan a casi 140.000 niños en edad escolar. Y otros 289.000 niños mueren debido al agua sucia y a unas malas condiciones de saneamiento antes de tener edad para asistir a la escuela. Se trata de una crisis.

No se limita a las escuelas. Dos mil trescientos millones de personas —una de cada tres— no disponen de un retrete básico en casa, una cifra que apenas ha cambiado en dos decenios. Y 892 millones de personas aún defecan al aire libre.

Aunque todas las personas se ven afectadas, los niños son quienes más se encuentran en situación de riesgo. Crecer en comunidades sin retretes los expone a enfermedades que pueden matarlos. Y los episodios repetidos de diarrea aumentan sus probabilidades de padecer malnutrición en una etapa crucial de su desarrollo. Las enfermedades relacionadas con el saneamiento conllevan que se pierdan días de clase, lo que a su vez supone que los millones de niños que aún necesitan un retrete desaprovechen su potencial.

La muerte reciente de una niña de 5 años en Sudáfrica, que se cayó al derrumbarse el suelo de madera podrida de la letrina de su escuela a las aguas residuales que había debajo, provocó que el Gobierno del país prometiera instalar retretes decentes en todas las escuelas públicas en un plazo de dos años. Pero no se trata de un incidente aislado. En todo el mundo, los retretes inadecuados están matando a niños y niñas todos los días.

Este invierno, el objetivo de WaterAid es recaudar fondos para llevar agua corriente y saneamiento a 29 escuelas en Colombia y Nicaragua. La campaña, “Let Kids Learn,” se extenderá hasta el 31 de diciembre de 2018, y todas las donaciones serán igualadas por nuestro consejo de administración hasta $ 100.000. Para donar u obtener más información, visite Let Kids Learn: https://us.wateraid.org/campaign/wateraids-let-kids-learn-campaign/c205220.

Para mayor información puede visitar las páginas: www.wateraid.org/us
Para donar: https://www.wateraid.org/us/form/donation-form-spanish

Fotografía: WaterAid/ Tom Greenwood