Por Dra. Luz Towns-Miranda / La Red Hispana*

Exponer a los niños menores de dos años a las pantallas digitales es muy problemático. La Academia Americana de Pediatría (AAP por sus siglas en inglés) recomienda que los niños menores de dos años de edad no tengan ninguna exposición a pantallas digitales, excepto para video llamadas con familiares cercanos y seres queridos.

Esto es porque las pantallas digitales no son interactivas. Representan una actividad pasiva, un tipo de actividad unidireccional que es perjudicial para el desarrollo mental, social, emocional y neurológico del bebé. Es imperativo que, durante los primeros dos años de vida, los bebés adquieran habilidades sociales y verbales a través de un intercambio e interacción con alguien quien les responda. Las pantallas, excepto en video llamadas, no proveen eso, y en cambio obligan a los niños a reaccionar a información simple que les llega automáticamente.

Hoy en día, eliminar o reducir la exposición de los bebés a las pantallas electrónicas es dificilísimo ya que las pantallas están presentes en todas partes. Por lo tanto, dado que los bebés están rodeados de imágenes digitales super brillantes, llamativas y de ritmo rápido, obviamente estarán interesados en lo que observan. Mientras más pantallas digitales vea casualmente un bebé, más se sentirá atraído por las distracciones electrónicas. Mientras más los padres permitan que un bebé juegue con pantallas, más el bebé querrá seguir jugando.

Todos debemos comprender que los bebés pueden ver a muy corta distancia desde su nacimiento. Esto se verifica fácilmente: si te enfocas muy de cerca en un bebé y sacas la lengua – incluso durante el primer día de vida – el bebé eventualmente sacará la lengua porque los bebés usan el rostro de la persona que tienen en frente como un espejo para aprender sobre sí mismos, y comprender e imitar lo que ven. Las pantallas digitales no proporcionan reciprocidad.

La velocidad, el brillo, la intensidad y la falta de interactividad de las pantallas podrían llevar a los bebés a desarrollar ansiedad y déficits de atención, entre otras consecuencias adversas, al acostumbrarlos a ver las cosas que ocurren rápida e intensamente, sin comprender realmente la información. La exposición a formas calmadas, lentas e interactivas de actividad y estimulación, ayudará a prevenir problemas neurológicos, de desarrollo y de comportamiento en el futuro.

Los padres y cuidadores deben evitar la tentación de usar las pantallas como niñeras o calmantes para los bebés. Si necesitas que un bebé se calme o esté tranquilo, no le entregues un teléfono o tableta mostrando dibujos animados u otro tipo de entretenimiento, y luego lo dejes solo. Debes encontrar otras formas más efectivas de estimulación activa e interactiva, algunas de las cuales se centran en hacer cosas simples utilizando artículos domésticos seguros y el sentido común.

Por ejemplo, a los bebés les encanta jugar con llaveros y campanas que hacen ruido. Dar una cacerola y una cuchara de madera a un infante para que empiece a tocar el tambor, también funciona ya que los niños pequeños responden muy bien a la percusión.

Asimismo, las varitas de burbujas interactivas que se venden comúnmente en las tiendas han demostrado que mejoran el desarrollo, el manejo de la ira, la concentración y la coordinación en niños pequeños, al regular su respiración y hacer que “midan” su respiración para crear y soplar burbujas de manera efectiva. Otra técnica: toma una hoja de papel y crayones o lápices, y haz que los niños practiquen haciendo garabatos. Con el tiempo los infantes crearán formas que podrán identificar; pero necesitan la exposición y práctica.

Después de los dos años de edad, hasta los cinco años, el tiempo recomendado frente a pantallas digitales para los niños es de una hora al día, de visualización de contenido educativo junto a un padre o ser querido. Y existen otras pautas de tiempo frente a las pantallas digitales que se aplican hasta llegar a la adultez, según AAP.

Existen formas que no requieren pantallas electrónicas para involucrar a los niños de todas las edades, pero los padres y cuidadores deben resistirse a buscar soluciones rápidas. Las soluciones rápidas causarán mucho daño más adelante. Para obtener más información en inglés y español, visita el portal web de la Academia Americana de Pediatría, www.aap.org.

*La Dra. Luz Towns-Miranda es psicóloga clínica, con práctica en la Ciudad de Nueva York.
*La Red Hispana es una red de noticias y contenidos de servicio público.