Un siglo de progreso sienta las bases para futuros avances científicos en la salud cardiovascular

Un nuevo aviso presidencial de la American Heart Association (la Asociación Americana del Corazón) celebra el sólido fundamento científico de 100 años de trabajo para salvar vidas, mientras aborda los desafíos que aún están por delante en la lucha contra las enfermedades cardíacas y el ataque o derrame cerebral

Notables avances en la comprensión y tratamiento de las enfermedades cardiovasculares <https://www.heart.org/en/health-topics/consumer-healthcare/what-is-cardiovascular-disease>  han salvado millones de vidas en los 100 años desde la fundación en 1924 de la American Heart Association (la Asociación Americana del Corazón), la principal organización voluntaria del mundo centrada en la salud del corazón y el cerebro para todos. Dado que las enfermedades cardíacas y el derrame cerebral siguen siendo las principales causas de muerte en todo el mundo, las soluciones a los desafíos del próximo siglo deben combinar las lecciones del pasado con las innovaciones del futuro, según el aviso La American Heart Association a los 100: Un siglo de progreso científico y el futuro de la ciencia cardiovascular: un aviso presidencial,  publicado hoy en Circulation <https://www.ahajournals.org/journal/circ> , la revista profesional insignia revisada por pares de la Asociación.

El aviso es el primero escrito exclusivamente por Presidentes Voluntarios actuales y anteriores de la American Heart Association (la Asociación Americana del Corazón). Los redactores presentan el recorrido histórico <https://www.heart.org/en/bold-hearts-the-centennial/100-years-of-impact>  de la Asociación durante el último siglo y describen los posibles desafíos y oportunidades para los próximos años. Además, el aviso hace un llamado a la acción para que la comunidad médica y científica se una a las partes interesadas públicas y privadas para acelerar iniciativas en investigación, atención clínica y salud pública. Estas medidas son necesarias para garantizar un futuro de atención óptima al paciente, integridad y avance de la ciencia y la investigación, equidad en salud para todos y, en última instancia, un mundo libre de enfermedades cardiovasculares y derrames cerebrales.

“La investigación científica que identifica las causas, la prevención, el diagnóstico y el tratamiento de las enfermedades cardiovasculares es un pilar fundamental sobre el que se construyó la American Heart Association (la Asociación Americana del Corazón) en 1924. La evolución de esta ciencia desde 1924 ha llevado a logros notables en la prevención y el tratamiento de enfermedades cardíacas y el derrame cerebral: esencialmente ha reducido las tasas de mortalidad por enfermedades cardíacas a más de la mitad (70 %) entre 1950 y 2021 y las tasas de muerte por derrame cerebral en casi un tercio desde 1998”, informó el Presidente del comité de redacción del aviso, Mitchell S.V. Elkind, M.D., M.S., FAHA, quien fue el Presidente Voluntario de la American Heart Association (la Asociación Americana del Corazón) en 2020-21. “A medida que nuestra comprensión de las enfermedades cardiovasculares ha evolucionado, también lo ha hecho la forma en que hemos llevado a cabo nuestra misión, que ahora abarca no solo la prevención de enfermedades sino también la promoción activa de una salud cardiovascular ideal”.

Elkind, que actualmente forma parte del personal como Director Científico Clínico de la Asociación, señaló que la American Heart Association (la Asociación Americana del Corazón) es un líder mundial en el avance de la ciencia y la medicina cardiovascular.

“A través de la financiación de becas de investigación, la publicación en revistas profesionales, la convocatoria de reuniones educativas, el desarrollo de directrices de práctica clínica y la creación de redes de miembros y oportunidades de tutoría, la Asociación proporciona un apoyo invaluable a la comunidad científica de todo el mundo”, afirmó. “Dotada de un siglo de investigación, la Asociación ha realizado esfuerzos significativos en la intercesión estatal y federal, educación de profesionales y consumidores, coaliciones y colaboraciones globales e inversión continua en equidad en salud, todo lo cual tiene un impacto directo en los pacientes y el público en general”.

El aviso destaca una serie de avances importantes que han alterado el curso de la prevención, el diagnóstico y el tratamiento exitosos de las enfermedades cardíacas en los últimos 100 años. Muchos de ellos han sido posibles gracias a la expansión del campo de la ciencia cardiovascular para incluir equipos multidisciplinarios de científicos de todo el mundo en las áreas de ciencia básica, traslacional, clínica y de población.

“Los avances del siglo pasado van mucho más allá de lo que los fundadores de la American Heart Association (la Asociación Americana del Corazón) pudieran imaginar. Sabemos mucho más sobre los mecanismos moleculares y celulares de las enfermedades cardiovasculares y cómo tratarlas; hemos aprendido cómo la genética puede desempeñar un papel en el desarrollo de enfermedades; a través de avances en imágenes podemos mirar dentro del cuerpo y ver dónde se forman los coágulos o dónde hay problemas estructurales; podemos realizar cirugías a corazón abierto y cerrado, devolverle la vida a un corazón mediante reanimación y desfibrilación e incluso brindar a las personas una segunda oportunidad de vida mediante trasplantes de corazón”, expresó Mariell Jessup, M.D., FAHA, Vicepresidenta del comité de redacción del aviso y Directora Científica y Médica de la Asociación. “La tecnología médica está literalmente a nuestro alcance a través de teléfonos inteligentes y relojes. Sin embargo, a pesar de estos logros notables, incluso con el conocimiento actual, persisten brechas, particularmente para garantizar el acceso a cuidados de salud y una atención de calidad para las personas de poblaciones diversas y subrepresentadas”.

El establecimiento de la ciencia demográfica, quizás mejor representado por los conocimientos proporcionados por el Estudio Framingham del Corazón, condujo al descubrimiento de que las enfermedades cardíacas y los derrames cerebrales a menudo son causados por factores de riesgo modificables como la presión arterial alta y el colesterol, la diabetes y la obesidad, muchos de los cuales pueden reducirse mediante hábitos de vida saludables o tratarse con medicamentos. Sin embargo, la ciencia demográfica también ha identificado disparidades constantes entre ciertas poblaciones, incluidas las mujeres, así como entre diferentes grupos raciales y étnicos.

“Los tratamientos médicos han avanzado notablemente y hay mucho que decir a favor de seguir un estilo de vida saludable. Sin embargo, hay muchas personas que no tienen acceso a esos medios. Uno de los mayores desafíos para el futuro será reducir las barreras socioeconómicas a la salud y garantizar el acceso a la atención médica cuando las personas estén enfermas”, expresó Jessup, quien también fue Presidenta Voluntaria de la American Heart Association (la Asociación Americana del Corazón) en 2013-14. “Ya no basta con comprender los mecanismos biológicos de las enfermedades cardiovasculares. Los enfoques científicos futuros también deben examinar los mecanismos epigenéticos, el comportamiento y las interacciones ambientales que pueden conducir al desarrollo de enfermedades cardiovasculares. Eso abarca factores sociales y estructurales fundamentales como la educación, la vivienda, el transporte, la calidad de los recursos del vecindario, la calidad del aire y el agua, el acceso a la atención y el estrés psicosocial crónico”.

El comité de redacción señaló que la American Heart Association (la Asociación Americana del Corazón) ya está a la vanguardia del próximo crecimiento significativo en descubrimientos científicos.

“La creciente capacidad de las computadoras masivas y las plataformas basadas en la nube para almacenar y compartir datos, el uso de inteligencia artificial o IA para analizar millones de datos complejos a la vez, la edición genética con tecnologías como CPISPR, la capacidad de tomar las propias células sanguíneas de una persona y regenerarlas en réplicas de las células del corazón que tenía al nacer; este tipo de avances ya no son visiones futuristas, son realidades”, dijo Joseph C. Wu, M.D., Ph.D., FAHA, actual Presidente Voluntario de la American Heart Association (la Asociación Americana del Corazón), Director de Stanford Cardiovascular Institute y de Simon H. Stertzer, Profesor de Medicina y Radiología en Stanford School of Medicine. “Nos ayudan a ampliar nuestras capacidades más allá de la investigación tradicional para aprender más y más rápido. Podemos realizar lo que me gusta llamar ‘ensayos clínicos en un plato’ donde las posibilidades superan con creces lo que podemos hacer con estudios individuales de unos pocos cientos o miles de sujetos que deben llevarse a cabo a lo largo de varios años”.

Wu señaló que estas nuevas tecnologías ayudarán a descubrir nuevas formas de tratar las enfermedades cardíacas, ya sea mediante nuevos medicamentos o nuevos procedimientos médicos o incluso reparando el tejido cardíaco dañado por un ataque cardíaco.

“Estos avances seguirán revelando mutaciones específicas o combinaciones de variaciones genéticas que conducen a enfermedades cardiovasculares individuales, y los diagnósticos basados en chips se utilizarán cada vez más en hospitales y clínicas en un futuro no muy lejano”, agregó. “Con estas y otras tecnologías relacionadas y aquellas que aún están por descubrirse, probablemente estaremos más cerca de hacer realidad la promesa de la medicina de precisión: un tratamiento personalizado y específico para cada persona”.

El comité asesor de redacción concluyó que, para que el próximo siglo de trabajo de la American Heart Association (la Asociación Americana del Corazón) para salvar vidas tenga el mismo impacto que los primeros 100 años, se deben abordar varias cuestiones:

  • Es necesario mejorar la alfabetización científica a fin de aumentar el conocimiento y la comprensión del público sobre los métodos y la interpretación de los datos científicos, incluida la naturaleza siempre cambiante e inacabada y la incertidumbre inherente en la ciencia.
  • Se necesitan enfoques no tradicionales de cuidados de salud para abordar los determinantes sociales y estructurales de la salud, trasladando rápidamente enfoques basados en evidencia a las comunidades para abordar la inseguridad alimentaria <https://www.ahajournals.org/doi/10.1161/CIR.0000000000001182?utm_campaign=sciencenews22-23&utm_source=science-news&utm_medium=phd-link&utm_content=phd-09-28-23> , problemas de transporte, educación, vivienda, acceso a la atención médica, estrés psicosocial crónico y otras necesidades sociales, llegando a las personas donde se encuentran.
  • La interconexión de los sistemas de órganos, los mecanismos de las enfermedades y las etapas de la vida son críticos para entender la relación completa que la salud cardiovascular juega en la salud general. La evidencia creciente de que las afecciones que se manifiestan en etapas avanzadas de la vida, como la enfermedad coronaria o la demencia, a menudo se inician en la infancia, crea la necesidad de una mayor prevención y tratamiento a lo largo de la vida.
  • La apreciación de los sistemas de atención será cada vez más importante en el futuro para lograr beneficios clínicos significativos. Depender de médicos individuales puede no ser realista en el manejo de enfermedades que involucran múltiples sistemas de órganos, como enfermedades cardiovasculares, renales y metabólicas <https://www.ahajournals.org/doi/10.1161/CIR.0000000000001184> o trastornos que afectan al corazón, el cerebro y la mente simultáneamente.
  • Más financiación para la investigación es una necesidad crítica, ya que el ritmo de aumento de la financiación no ha seguido el ritmo de los avances. Los avances en el próximo siglo probablemente requerirán inversiones tecnológicas aún mayores. Es probable que los experimentos de laboratorio exijan equipos más sofisticados; la ciencia traslacional incorporará nuevas tecnologías costosas como la IA; y la salud de la población requerirá una mayor potencia informática y tamaños de muestra más grandes para hacer realidad la promesa de la medicina de precisión.

Los desafíos adicionales incluyen la necesidad de una fuerza laboral más fuerte y diversa en toda la comunidad científica; abordar los cambios en la forma en que se difunde y publica la información científica; garantizar que las colaboraciones innovadoras entre partes interesadas académicas, sin fines de lucro y de la industria mantengan la integridad de la ciencia; y establecer colaboraciones más globales para conectar a científicos de todo el mundo. Se pueden encontrar más detalles y llamados a la acción específicos en el aviso

En un comentario que acompaña al aviso presidencial, la Directora Ejecutiva de la American Heart Association (la Asociación Americana del Corazón), Nancy Brown, señaló que 100 años después de haber sido fundada por científicos que buscaban nuevos conocimientos sobre el misterio de las enfermedades cardíacas, la Asociación sigue centrada de lleno en el poder de la ciencia y la investigación para mejorar y extender vidas.

“Este siglo de conocimientos científicos significa que tenemos muchas soluciones comprobadas que ofrecer”, dijo Brown. “El próximo siglo es una oportunidad emocionante para avanzar en nuestro conocimiento y, con suerte, incluso vencer las enfermedades cardíacas y los derrames cerebrales”.

Brown afirmó que el progreso del siglo pasado continuará en el próximo mientras la American Heart Association (la Asociación Americana del Corazón) trabaja junto con más de 32 millones de voluntarios, partidarios, donantes e innumerables otros colaboradores en todo el mundo.

“Nuestro futuro consiste en mejorar el suyo. Todos pueden convertirse en defensores de la salud del corazón y cerebro y apoyar una vida saludable en sus comunidades”, afirmó Brown. “Le invitamos a unirse mientras llevamos a cabo con valentía nuestra misión de ser una fuerza incansable cuyo objetivo es prolongar la vida y la salud de todos. Obtenga más información en www.heart.org/centennial <http://www.heart.org/centennial> ”.

La American Heart Association es una fuerza incansable cuyo objetivo es prolongar la vida y la salud de todos. Se dedica a garantizar la igualdad en materia de salud en todas las comunidades. A través de la colaboración con numerosas organizaciones y el impulso de millones de voluntarios, financia investigaciones innovadoras, defiende la salud pública y comparte recursos para salvar vidas. La organización con sede en Dallas ha sido una fuente de información sobre salud líder durante un siglo. Durante 2024, el año del centenario, celebra 100 años de historia y logros relevantes.