El mundo de las compras de pasajes aéreos online ha desplegado sus alas y resulta muy conveniente hacer averiguaciones y completar la compra desde la conveniencia que nos da la tecnología. Lo que no siempre es aparente, son las consecuencias de las alianzas entre líneas aéreas y la forma en que afectarán nuestro viaje.

Habrán notado que el mismo vuelo esta listado en las pantallas del aeropuerto con diferentes números y aerolíneas. Eso quiere decir que un pasajero que compró un vuelo a Londres con American Airlines estará sentado al lado de un pasajero que compró la misma ruta en British Airways, por citar un ejemplo en este caso de la alianza Oneworld. Si no se presta atención a la terminal de partida listada en la Tarjeta de Embarque, es posible que uno de los dos pasajeros pierda el vuelo. En aeropuertos grandes como el de Chicago, British Airways parte de O’Hare’s International Airport de la Terminal 5 mientras que American Airlines parte de la Terminal 3. Similar será en el arribo a Heathrow Airport en London, en que British Airways arriba a la terminal 5 y American a la 3 provocando potenciales desencuentros con quienes esperan al pasajero.

También son de destacar las diferencias en el nivel de servicios ofrecidos por las distintas aerolíneas del grupo como la amplitud de los asientos y espacio entre filas, entretenimiento a bordo, amenidades, etc. La clase económica de la mayoría de las aerolíneas son carentes de glamour y servicios, de modo que pocas se destacan, pero en clase Ejecutiva, las comparaciones son más incomodas. El standard de una aerolínea no necesariamente es comparable al de otra, pero el pasajero vuela con la aerolínea que opera el servicio, no la que vendió el pasaje y puso su número de vuelo en la tarjeta de embarque.

Otro factor importante surge con la compensación -o falta de ella- cuando hay demoras en los vuelos hacia y desde Europa. La ley EU 261 protege los derechos de los pasajeros de la Unión Europea, mucho más que las protecciones existentes para pasajeros de Estados Unidos. Bajo el amparo de esta reglamentación EU 261, cuando un vuelo larga distancia sufre una demora de más de 4 horas, la aerolínea tiene que pagarle Euros 600 al pasajero, mientras que en Estados Unidos la compensación requerida bajo las mismas circunstancias es 0. Esta reglamentación aplica a todos los vuelos que parten de un aeropuerto en la Unión Europea, más Noruega y Suiza y a todos los vuelos que arriban a un aeropuerto en la Unión Europea con aerolínea basada en la UE. Y aquí está la clave que le puede costar Euros 600 por pasajero: Si uno compra un vuelo de Delta operado por Air France a Paris, y el vuelo esta demorado más de 4 horas, el pasajero está protegido por la EU 261. Si se compra un pasaje en Air France y esta operado por Delta, ante la misma demora en partir hacia Paris, el pasajero no tiene derecho a los Euros 600 porque Delta no tiene base en la Unión Europea. Lo que rige la compensación es la aerolínea que opera el vuelo, no la que figura en la Tarjeta de Embarque.

Las alianzas aéreas se promocionan como un servicio al cliente, en cuanto les permite acumular puntos o millas y a la vez redimirlas en un grupo de aerolíneas, no tan solo en una. Esto abre las oportunidades a más destinos, más frecuencias y más competencia tarifaria. No obstante, el pasajero debe estar atento para no caer inadvertidamente en estos detalles que pueden ser incómodos o costosos.