Por Ma. Eugenia Méndez-Marconi
Museóloga. 
Docente, Ayudante del 
Instituto Escuela Nacional de Bellas Artes – 
Universidad de la República, Uruguay.
Exposiciones e investigación, Fundación José Gurvich.
eugmend@gmail.com

El pasado 29 de noviembre se inauguró una exposición sin precedentes en Uruguay. El Museo Torres García, ubicado en la principal peatonal de la ciudad de Montevideo, presentó Tiempo de mirar; una exhibición de las obras destruidas en el incendio del Museo de Arte Moderno (MAM) de Río de Janeiro, donde se perdieron muchas obras de grandes artistas como Van Gogh, Picasso, Léger, Miró, Kandinsky, Dalí, Matisse, y Torres-García, entre otros.

Dicha tragedia aconteció en la madrugada del 8 de julio de 1978. El fuego se apoderó del MAM reduciendo a cenizas un invalorable acervo. Las portadas de los periódicos no se hicieron tardar, haciendo eco de tan dolorosa pérdida con artículos encabezados por titulares que daban cuenta de lo ocurrido: “El mayor desastre de Arte Moderno”, “Estupor mundial anta la irreparable pérdida”, “La mayor catástrofe para América Latina” [1981, p.9]

La obra expuesta allí del Maestro Torres-García, en la exhibición América Latina: geometría sensible, constaba de una selección más de 70 obras Constructivistas del artista, consideradas de las más importantes dentro de su producción: 7 murales (realizados para el Hospital Saint Bois), 44 pinturas, 14 piezas en madera, 6 cajas con juguetes Aladdin, y 2 objetos (un compás áureo y un triángulo)

Dicha exposición destinada en principio a ser mostrada en el Museo de Arte Moderno de la ciudad de París, tuvo un retorno no contemplado en la planificación inicial. Las obras quedaron varadas tres años en la ciudad europea tras ser mostradas, por los altos costos no considerados para su regreso; por lo cual, el museo brasileño se ofreció a encargarse del retorno de las mismas a cambio de que fuesen expuestas en su sede.

La situación del MAM ya anunciaba la inevitable tragedia. El periódico El País, con fecha del día siguiente al incendio publicaba con el siguiente titular:

Presentían la catástrofe en el Museo de Río de Janeiro

“Río de Janeiro, 8 (EFE). – La ex directora del Museo de Arte Moderno de Río de Janeiro, la musicóloga [sic] brasileña María Eliza Carrazoni, reveló hoy que había renunciado al cargo ‘porque presentía una catástrofe como la que acaba de ocurrir’”.

En una declaración al periodismo luego del incendio que destruyó el museo y 150 valiosas piezas expuestas, dijo que ‘cuando asumí la dirección entré en pánico al ver el peligro de un incendio’

Anunció que ‘la catástrofe de Río se podrá repetir en cualquier otro museo de Brasil donde no existen las más mínimas condiciones de seguridad’

Dijo María Eliza Carrazoni que en el museo había 180 litros de combustible destinado a la limpieza y que su primera tarea fue ordenar el cambio de toda la red eléctrica que estaba totalmente deteriorada.

También explicó que la desorganización del museo era tal ‘que difícilmente existía un catálogo completo sobre las obras existentes’ por cuya razón estimar las pérdidas será una tarea imposible.” [El País, 9 de julio de 1978]

Según el libro-catálogo realizado por la Fundación Torres-García en 1981, donde recopilan la obra destruida en el incendio: En 1976, el presidente de ICOM brasileño había denunciado esa misma situación para los museos brasileños incluyendo el MAM. [p.9]

Si bien las causas del incendio no fueron comprobadas, la desidia humana colaboró en las condiciones que provocaron la pérdida. En su momento se manejaron las posibilidades de un problema eléctrico y posteriormente de una colilla de cigarrillo que quedó mal apagada.

Décadas después -para el asombro de muchos-, se encontró en uno de los depósitos del Museo Nacional de Artes Visuales de Montevideo, una caja que contenía algunos restos de 6 obras quemadas en aquel incendio. La caja indicaba en una etiqueta su origen: “Jornal do Brasil, Av. Brasil 500, Río de Janeiro, Brasil”, destinada al “Museo Nacional de Artes Plásticas, Tomás Giribaldi 2283

Sensibilizado, el Museo Nacional de Artes Visuales entregó los restos al Museo Torres-García, el cual trabajó desde entonces en planificar una exposición de los mismos para concientizar respecto a la pérdida.

Tiempo de mirar

“[…] Las obras perdidas constituían una selección de la mejor pintura constructiva de Torres García presente entonces en Uruguay, incluyendo los siete grandes murales que Torres García había pintado en el Hospital Saint Bois de Montevideo en 1944. Los murales habían sido recientemente desprendidos de los muros para montarlos sobre tela con la intención de preservarlos.

Las obras destruidas en el incendio del MAM ya no forman parte del patrimonio material de los uruguayos, pero podemos pensarlas como parte de nuestro patrimonio inmaterial.

Son parte de nuestra historia. Todavía son idea. Idea que busca expresarse, existir en la memoria colectiva.

Ser parte del mundo, latir. Así que esta exposición es una invitación al redescubrimiento de algo que a pesar de todo está vivo, y que en cierta manera puede ser nuestro, si podemos mirarlo.” [Tiempo de Mirar, 2018, folleto desplegable]

Así explica el folleto de la exposición la intensión de la misma rindiendo homenaje a las obras destruidas de Joaquín Torres-García.

Se exhiben en la muestra los restos sobrevivientes de las obras, que son parte del testimonio de lo ocurrido.

La nueva tecnología se pone al servicio para recrear las obras. Los smartphones permiten mediante el acceso a una aplicación on-line capturar los códigos presentes en las paredes; los cuales se encuentran ubicados en paneles con las dimensiones de las obras perdidas hace 40 años.

Dichos códigos capturados, muestran en las pantallas de los dispositivos la imagen de la obra destruida en el incendio.

Asimismo, mediante el uso de lentes de realidad virtual, el visitante puede vivenciar visualizando en 360º una habitación del Hospital Saint Bois con los murales en sus paredes.

Como parte de la muestra se exponen materiales documentales conformados por periódicos de la época, catálogos donde figuran esas obras e imágenes donde se muestran las obras en exposición y de la tragedia posterior.

La recreación mediante realidad virtual aumentada, evoca un silencio que acongoja al espectador, mostrando las ausencias de aquellas obras en una sala prácticamente blanca.

A tres meses de un nuevo incendio en el Museo Nacional de Brasil, el cual provocó pérdidas totales de colecciones de diversas naturalezas; esta muestra en Montevideo concientiza y denuncia la negligencia, y nos invita a reflexionar respecto a las políticas culturales que “protegen” los bienes destacados para las sociedades.

ES TIEMPO DE MIRAR.

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Bibliografía:

• Fundación Torres García (Ed.). (1981). Torres-García. Obras destruidas en el incendio del Museo de Arte Moderno de Río de Janeiro. Montevideo.
• 9 de julio de 1978. Presentían la catástrofe en el Museo de Río de Janeiro. Montevideo: El País.
• Museo Torres García. (2018). Tiempo de mirar. Visita virtual a las obras perdidas durante el incendio del MAM de Rio de Janeiro 1978-2018. [Folleto desplegable]. Montevideo.

Sitios web:
• Exposiciones actuales: Tiempo de Mirar. Recuperado de:
http://www.torresgarcia.org.uy/exposiciones/tiempo-de-mirar/

Referencias de imágenes:
• Imágenes extraídas de:
http://www.torresgarcia.org.uy/exposiciones/tiempo-de-mirar/