La American Stroke Association se asocia con los sobrevivientes para enseñar los signos de alarma de un derrame cerebral
Trammell Logan, instructor de spinning, sabe muy bien que los derrames cerebrales pueden ocurrirle a cualquier persona, independientemente de la edad o el nivel de condición física. Trammell, de 33 años y oriundo de Nueva York, es uno de los numerosos sobrevivientes de derrames cerebrales de todo el país que comparte sus historias en el Día Mundial del Derrame Cerebral con la American Stroke Association, una división de la American Heart Association, para alentar a todos los estadounidenses a que aprendan los signos de alarma de un derrame cerebral.
“Pasé de dar 27 clases de acondicionamiento físico a la semana, a un posible daño cerebral en un abrir y cerrar de ojos”, dijo Logan. “Los derrames cerebrales pueden ocurrirle a cualquiera. Todos debemos conocer los signos de alarma y saber qué hacer, ya que nunca se sabe cuándo uno necesitará ayuda o deberá ayudar a alguien más que sufre un derrame cerebral”.
Cada año, aproximadamente 800.000 personas en EE. UU. sufren un derrame cerebral. En todo el mundo, una de cada cuatro personas sufrirá un derrame cerebral en su vida. Conocer los signos de alarma de un derrame cerebral y buscar atención médica inmediata puede marcar la diferencia entre la recuperación y la discapacidad o la muerte.
La American Stroke Association anima a las personas a aprender el acrónimo F.A.S.T. para ayudarlos a recordar los signos de alarma de un derrame cerebral. F.A.S.T (rápido en inglés) significa:
- Face Drooping (Parálisis facial): ¿presenta parálisis o adormecimiento en un lado de la cara? Pide a la persona que sonría. ¿La sonrisa de la persona es dispareja o está torcida?
- Arm Weakness (Debilidad en un brazo): ¿siente un brazo débil o adormecido? Pide a la persona que suba los dos brazos. ¿Uno de los brazos se cae?
- Speech Difficulty (Dificultad para hablar): ¿arrastra las palabras? ¿La persona no puede hablar o es difícil entenderle? Pide a la persona que repita una frase simple, como “El cielo es azul”.
- Time to Call 911 (Momento de llamar al 911): si la persona muestra cualquiera de estos síntomas, incluso si desaparecen, llama al 911 y llévala al hospital de inmediato. Toma nota de la hora para que puedas decirle al personal de emergencia cuándo aparecieron los primeros síntomas.
Aunque Logan tenía un mayor riesgo de sufrir un derrame cerebral debido a un historial de embolia pulmonar, y ataque cardíaco. Un derrame cerebral no era una de sus preocupaciones cuando la pandemia comenzó en marzo del 2020 y se le diagnosticó COVID-19. Varios meses después, Logan sufrió un derrame cerebral.
“Cuando sufrí mi derrame cerebral, perdí el uso de la mano derecha y no podía hablar. Presenté debilidad en un brazo (A) y la dificultad para hablar (S), partes de F.A.S.T., pero no quería ir al hospital debido al COVID”, relata. “Mis amigos me convencieron, pero esperé varias horas, lo cual nunca recomendaría”.
Las investigaciones demuestran que, si bien la mayoría de las personas dicen que llamarían al 911 en caso de una emergencia por derrame cerebral, los datos reales demuestran que hasta el 75% de las personas que sufrieron un derrame cerebral llamaron primero a sus amigos o familiares, como lo hizo Logan. Los derrames cerebrales son más tratables justo después de que ocurren. Retrasar la obtención de ayuda a menudo significa que las personas no pueden recibir el tratamiento a tiempo y son más propensas a sufrir una discapacidad o morir a causa de un derrame cerebral.
Junto con el aprendizaje de los signos de alarma de un derrame cerebral, surge otro mensaje importante de la American Heart Association y la American Stroke Association: Que la duda no acabe con tu vida.
“Si tú o alguien que se encuentre cerca de ti muestra signos de derrame cerebral, busca atención médica de inmediato. Siempre es mejor equivocarse por precaución cuando se trata de los signos de un derrame cerebral, ya que pierdes células cerebrales cada minuto durante un derrame cerebral”, dijo Lee H. Schwamm, M.D., presidente del comité asesor de la American Stroke Association, C. Miller Fisher, presidente de neurología vascular en el Massachusetts General Hospital, Boston, Massachusetts, y voluntario en la American Heart Association. “Recuerda que, incluso durante una pandemia, los hospitales siguen siendo el lugar más seguro cuando se presentan emergencias médicas. Déjanos ayudarte; que la duda no acabe con tu vida”.
En cuanto a Logan, está de vuelta haciendo lo que ama y dando clases de spinning. También está usando su historia para ayudar a otros.
“Muchos derrames cerebrales se pueden prevenir, y controlar la presión arterial, la principal causa de los derrames cerebrales, es un gran paso en la dirección correcta”, señaló Schwamm. Casi el 50% de todos los adultos en Estados Unidos sufren de presión arterial alta y casi tres de cada cuatro (un 74%) de personas con presión arterial alta no la tienen bajo control.
Además de controlar la presión arterial y los factores de riesgo más tradicionales, como la diabetes y la FibA, la American Heart Association y la American Stroke Association destacan la importancia de controlar el estrés crónico. Las hormonas del estrés elevado se han asociado a la presión arterial alta y a un mayor riesgo de sufrir un derrame cerebral y episodios cardíacos. El estrés constante o crónico también puede facilitar el desarrollo de comportamientos poco saludables, como una alimentación deficiente, beber demasiado alcohol y fumar.
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