La nueva tecnología de prevención de los impactos de rayos instalada por Empresa Argentina de Navegación Aérea (EANA), del Ministerio de Transporte de la Nación, fue puesta en marcha en los aeropuertos Jorge Newbery, El Palomar y Ezeiza durante las tormentas registradas el jueves 23 de noviembre en el área metropolitana.
La herramienta permite estimar el efecto que las descargas podrán tener sobre los aeropuertos y acortar el tiempo del diagnóstico y las previsiones antes de adoptar la suspensión de operaciones.
El denominado Servicio de Detección de Actividad Eléctrica brinda mayor seguridad física a todo el personal que cumple tareas en rampa frente a la posibilidad de actividad eléctrica meteorológica.
El sistema emite alertas amarillas y rojas, según la distancia a la cual detecta actividad eléctrica significativa, y envía mensajes a correos electrónicos y SMS a celulares del personal operativo del aeropuerto.
Típicamente, en las plataformas se desarrollan tareas de carga y descarga de equipaje, provisión de elementos de servicio a bordo, suministro de combustible y carga y descarga de aguas, el remolque de las aeronaves y el guiado por parte de los señaleros.
Con una alerta amarilla se restringen algunas tareas de rampa. En el caso de detectarse descargas eléctricas dentro de un radio de 5 km, se pasa a una alerta roja y dichas tareas se suspenden por completo.
En este caso se activa además luces y sirenas de alerta en las áreas operativas abiertas. Si transcurren 10 minutos sin actividad eléctrica, las alertas cesan y el sistema retoma la vigilancia pasiva.
El Palomar estuvo el jueves 25 con alerta amarilla tres veces (de 10:57 a 11:43, 12:25 a 12:31 y de 12:32 a 12:50) y dos veces en alerta roja (de 11:22 a 11:43 y de 11:49 a 12:03). Aeroparque estuvo con dos alertas amarillas (de 11:31 a 12:31 y de 12:32 a 12:50) y una alerta roja (de 12:16 a 12:31). En tanto que Ezeiza tuvo dos amarillas (de 11:41 a 12:25 y de 12:33 a 12:51), sin llegar a alerta roja.
Antes de la incorporación de este equipamiento, la única herramienta con la que contaban los operadores era la observación meteorológica, de mucha menor precisión en cuanto a la duración, horario y geolocalización de los fenómenos.
Por eso, en un aeropuerto podían llegar a cancelarse los vuelos durante horas. También, la falta de precisión en la ubicación del fenómeno podía generar riesgos para el personal de tierra.
Durante la gran tormenta que cayó en Buenos Aires el sábado 10 de noviembre pasado, Aeroparque estuvo inoperable durante más de 5 horas.
Con el nuevo sistema, Jorge Newbery hubiera dejado de operar sólo 3 horas; es decir que podrían haberse ganado casi dos horas de actividad aeroportuaria.
En pocos días más, EANA instalará el Servicio de Detección de Actividad Eléctrica también en Córdoba y Rosario, seguidos en diciembre por Salta y Tucumán.
Posteriormente será el turno de Bahía Blanca, Catamarca, Formosa, Iguazú, Jujuy, La Rioja, Mar del Plata, Mendoza, Paraná, Resistencia, Rio Cuarto, San Fernando, San Juan, San Luis, Santa Fe, Santa Rosa, Santiago del Estero, y Termas de Rio Hondo.