El respeto a la diversidad, solidaridad y responsabilidad son valores que transmite la música, destacó el director de la Orquesta Juvenil del Sodre, Ariel Britos, al presentar la nueva etapa del programa Un Instrumento, Un Niño, que prioriza esa disciplina artística como herramienta de integración y convivencia social. Unos 3.500 niños, y más de 10.000 en el próximo año, forman parte de esta política, añadió.
El Sistema de Orquestas y Coros Juveniles e Infantiles del Uruguay se encuentra ubicado actualmente en Montevideo, Canelones, Colonia, Durazno, Flores, Florida, Lavalleja, San José, Soriano y Paysandú. En la próxima edición el programa se ampliará con la adquisición de nuevos instrumentos, a partir de los fondos brindados por el Ministerio de Educación y Cultura y aprobados por el Parlamento.
El objetivo es incluir, en una primera etapa, a 2.500 niños y jóvenes y, en una segunda instancia, a otros 5.000, que se sumarán a los 3.500 que forman parte de la red. Britos informó que no se realiza una selección previa de los participantes y agregó que el Sodre dispone de un importante plantel de profesores para las instancias de enseñanza de los instrumentos.
En los núcleos orquestales se dictan clases de instrumentos de cuerda (violín, viola, violoncello, contrabajo), vientos de madera (flauta, oboe, clarinete, fagot), vientos de metal (corno, trompeta, trombón, tuba) y percusión. Así como también en algunos de estos núcleos se cuenta con clases de técnica coral.
En cada núcleo se brinda clases a niños y jóvenes entre 6 y 14 años (excepto el Kínder Musical de Ciudad Vieja que atiende a niños a partir de los 4 años), brindándoles un primer acercamiento a la práctica orquestal y de instrumento.
“Un Instrumento, Un Niño se vale de la música como herramienta de desarrollo cultural, educativo y social de niñas, niños y adolescentes de todo el país”, subrayó el maestro, en su discurso, durante la presentación del programa, en la sala Hugo Balzo del Auditorio Nacional Adela Reta.
“Valores como el respeto a la diversidad, la solidaridad, la responsabilidad individual, la tolerancia, la constancia en el esfuerzo, la inclusión y la autoestima son incorporados de manera simultánea con el aprendizaje estético y musical, convirtiendo a las orquestas y coros en formidables instrumentos de desarrollo humano y promoción individual”, añadió.
Por su parte, el director general del auditorio, Gonzalo Halty, destacó la buena recepción del público uruguayo a las propuestas culturales del Sodre. En lo que va del año, se vendieron 210.000 entradas para diversos espectáculos, con un récord de público de 27.000 localidades en la función de La Bella Durmiente ejecutada por el Ballet Nacional del Sodre, informó.