Por Juan Carlos Dumas, Ph.D.*

Imagine que hay dos personas completamente idénticas, digamos gemelos que se han criado en el mismo ambiente familiar y social, con idéntica genética, salud y capacidades. Uno se enferma. El otro no. ¿Por qué? Una de las razones principales para que una persona se enferme, sea de una gripe, de un dolor de cabeza, o de un virus es que, como se dice popularmente, “tiene las defensas bajas”, es decir, que su sistema inmunológico está más débil del de ese otro hermano mellizo idéntico al que no le pasa nada.

Brevemente dicho, hay varios factores importantes que reducen la eficacia protectora de nuestro sistema inmunológico: la alimentación, el estilo de vida y el estrés. Por eso le recomiendo las siguientes pautas:

1. Elija beber agua en lugar de sodas o gaseosas; comer frutas y vegetales en vez de frituras; elija caminar o hacer cualquier ejercicio en vez de quedarse sentado o acostado mirando televisión, el celular o la tableta. Cuando lo hace, elija programas cuyos mensajes sean positivos, educativos, saludables, inspiradores, en vez de dramas y sucesos terribles, especialmente antes de irse a dormir.

2. Elija pensar positivo en vez de pensar negativo; “desdramatice” en lugar de verle siempre el lado oscuro a las cosas; evite peleas y discusiones, estrés, depresión y angustia, ya que todas ellas alteran su sistema inmunológico y le abren la puerta a la enfermedad.

3. Si tiene hijos, recuerde que es usted y no ellos o los medios informativos lo que crean el clima del hogar, el ambiente en el que viven cada día. Si usted, mamá, está tranquila, si usted, papá, se siente positivo, los hijos seguirán su modelo y no el del vecino o el de la presentadora de televisión que necesita del “drama” o el escándalo para ganarse el pan.

4. Las buenas noticias no venden. Sea usted, papá, el generador de ellas, sea usted, mamá, la creadora de buenas ondas; eso es tan importante como lavarse las manos al llegar a casa, el mantener el aseo de esta, y el asegurarse de que sus hijos están saludables.

5. Nadie es perfecto, así que todos cometemos errores. Si aprende a perdonar en lugar de juzgar tanto a los demás, dará un gran ejemplo a sus hijos y protegerá mejor su salud física y mental.

6. Recuerde que la luz solar, el aire puro, el movimiento corporal (caminar, bailar, correr, andar en bicicleta) y el sonido (dialogar, escuchar música, compartir con los demás) son “antidepresivos” naturales, gratis y sumamente eficaces.

7. Las metas, compromisos laborales y planes que podemos tener, por más importantes que sean para nosotros, no deben transformarse en imperativos tan rigorosos que terminen afectando nuestra salud emocional. El “tengo que hacer esto” sin cuidados o exageradamente, da pie a un sinnúmero de padecimientos orgánicos como úlceras, jaquecas, cardiopatías, asma, gastritis, por mencionar solo algunos, mismos que irónicamente nos alejan de lograrlos exitosamente.

8. La obesidad y el sedentarismo son enemigos de la longevidad y la salud psicofísica tanto como la ira y el miedo. ¡Evítelos!

*Juan Carlos Dumas es psicoterapeuta, escritor y educador público. Consultor en Salud Mental para la Secretaría de Salud y Servicios Humanos, preside el Comité de Asesoramiento en Salud de North Manhattan y el Centro Hispano de Salud Mental en Queens.