Brasil clasificó a cuartos de final al vencer 2-0 a México, con goles de Neymar a los 51′ y Firmino a los 88′, dejando fuera del mundial a la selección mexicana.

Primer tiempo parejo, con posesión de balón en 50 y 50, pero siendo Ochoa la figura de México, como lo ha sido todo el torneo.

Brasil comenzó muy bajo el torneo, pero fue de menos a más, en cambio México empezó muy bien, pero gracias a Corea del Sur que venció a Alemania, permitió que los aztecas pasaran a octavos de milagro, luego de caer por goleada ante Suecia.

Y ahora, cuando tenía que ganar el partido de su vida, México no supo cómo entrarle a Brasil, esa es la pura verdad.

Ahora, muy malas las palabras de Juan Carlos Osorio, que, para justificar su derrota y mal planteamiento ante Brasil, acusó al árbitro del encuentro de haber favorecido a los “norteños”, y para mí, amigo lector, si su mejor figura durante todo el torneo fue el goalkeeper, habla a las claras de lo mal parado que México salió a encarar a Brasil.

Y creo, además, que está actuando para la tribuna y para quedar bien con las poderosas cadenas deportivas, que una vez más, le han vendido “humo” a la fanaticada mexicana.

No sorprende que el técnico de México culpe a un tercero, deslindando responsabilidad absoluta de él y de sus jugadores, que cometieron horrores frente a los ‘ágiles’ brasileños.
Es tanta la presión que tenía el técnico colombiano al dirigir una selección que cuenta con el respaldo y exitismo de las cadenas deportivas, que ya se veía en la final del mundial y ahora, la realidad lo bajó de las nubes.

Una lástima que un hombre serio como Osorio se sume a comentarios de desacreditación del árbitro, cuando todo el mundo vio que, ante Brasil, los únicos responsables de la derrota fueron él y sus dirigidos.