Luis J. Piriz
Si habría que escoger un partido de este mundial que tuviera todo para ser el mejor, sin duda que optaría por éste: emociones, juego fuerte, salvadas milagrosas, pelota en los palos, expulsados, goles en la hora, y para mejor, gana el equipo que tiene inferioridad numérica.
Suecia se puso en ventaja a los 35′ con hermoso gol sobre el goalkeeper Neuer y una Alemania que equivocó los caminos: hasta los 45′, los germanos estaban eliminados.
Pero el segundo tiempo fue otro partido: Alemania logra el empate a los 47′, ni bien empezado el tiempo complementario y desde ahí al final, Suecia se replegó y solo contragolpeaba.
Alemania dominó de principio a fin, con casi un 75% de posesión del balón y generando varias situaciones de gol que hicieron que Olsen el guardameta sea el mejor jugador sueco, contando además con la ayuda de los palos.
Y en un contragolpe, a Alemania se le complica la noche: Boateng es expulsado a los 82′ por una dura entrada, doble amarilla y a las duchas.
Pero jamás se vio a Suecia aprovechar ese hombre de más; es más: Alemania se agigantó, y metió a toda Suecia bajo los palos, faltando el goalkeeper solamente pasar al ataque y a los 96′ en el último suspiro del encuentro, Kroos convierte el gol del campeonato, reviviendo a Alemania y metiendolo en la pelea del grupo, que tiene a Mexico primero con 6 unidades, pero que si pierde ante Suecia por 2 goles, quedará eliminada, como lo expusimos muy claramente en la columna anterior: esto no se define hoy… hay que esperar hasta la última fecha.